La caja de compensación Comfama celebró su asamblea anual, evento que en esta oportunidad se desarrolló en el marco de los 70 años de la entidad. Su director, David Escobar, hace un llamado a los empresarios a invertir y a pensar en el largo plazo.
¿Qué destacaría de los resultados del 2023?
Comfama aumentó el total de sus ingresos, incluyendo sus filiales, un 20%. Cerramos el año pasado con $ 2,48 billones. Ese es un crecimiento extraordinario, teniendo en cuenta que el empleo formal en Antioquia, derivado del crecimiento casi cercano a cero de la economía, aumentó muy poco en el año.
¿Cómo se explica?
Vino de lo que hicimos, sobre todo, en servicios y de programas por fuera de la compensación familiar. Salud creció muy bien, el crédito estuvo estable, pero tuvo buenos resultados; educación técnica y colegios crecieron superbién. Eso es muy importante para nosotros porque, por un lado, están los resultados financieros, pero por otro, está el impacto social.
¿Qué destaca en lo social?
Los parques llegaron a casi 2,7 millones de visitantes; la educación continua pasó a 500.000 matrículas, técnica llegó casi a 90.000 matrículas, entregamos 2.500 subsidios de vivienda que son $70.000 millones. Colocamos 170.000 créditos sociales, la mitad de ellos hipotecarios y el resto enfocado en educación, viajes y en salud. Destacamos la alianza que tenemos con Sura-APS llegamos a 1,7 millones de afiliados que nosotros cuidamos en nuestros centros de salud en Antioquia y Córdoba. Quisiera resaltar que invertimos $140.000 millones en parques, sedes, colegios, centros de salud, bibliotecas y centros culturales.
¿Y cuál es el plan?
Les estamos diciendo a nuestras empresas afiliadas y a nuestros aliados que en este momento de estancamiento de la economía lo que tenemos que hacer es invertir en el futuro. Vamos a invertir $600.000 millones de aquí al final de la década, como una señal de confianza con el futuro de Antioquia y de Colombia.
Este año, probablemente, en Comfama vamos a estar entre $130.000 y 140.000 millones.
¿Cómo llamar a invertir si los empresarios se quejan de falta de confianza?
Tiene razón, la coyuntura es difícil y nosotros no la negamos y todos los días estamos atendiéndola tanto desde lo financiero como desde lo regulatorio, por ejemplo, con las discusiones sobre las reformas de salud y laboral. Pero la reflexión que hacemos es que esta institución la fundaron hace 70 años en un momento incluso más difícil que el actual. Estábamos en dictadura militar, en la violencia después del 9 de abril del 48, en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial. Entre el 46 y el 54 creamos el Seguro Social y las cajas de compensación. Recojamos el espíritu de esa época y sepamos que hay que sembrar cosas aunque se demoren en madurar. Claro, sin dejar de atender la coyuntura, tenemos que discutir hasta el último minuto las reformas. El crecimiento tiene que ver con factores objetivos, pero también, un poco, con psicología. Que no nos vaya a pasar que todos nos morimos del miedo, dejamos de invertir, dejamos de creer en el futuro y generamos una especie de profecía autocumplida.
¿Está satisfecho con pactado entre EPS y Gobierno en salud?
Creemos que en el Senado la reforma se cayó porque no logró el consenso suficiente entre los actores del sistema y entre los actores políticos. Es parte de las virtudes de la democracia, esa reforma no estaba lista y no podía pasar. La noticia de esta semana está en desarrollo y es la conversación para presentar un proyecto de nueva reforma. Creo que el diálogo es bueno, pero la discusión no ha terminado. Si no nos ponemos de acuerdo ahora, como nos pusimos de acuerdo para otras cosas hace 70 años, el sistema de salud va a quedar en un limbo, lo que es malo para todos.
En un reciente estudio de FTI Consulting, que publicó Portafolio, aparece entre los CEO más activos e influyentes en las redes ¿Cómo ha logrado ese posicionamiento?
Lo que pienso es que en esa onda del pensamiento del capitalismo consciente las empresas son organizaciones sociales que tienen que tener un papel ciudadano. Los que las dirigimos tenemos que ser capaces de ser voces de estas organizaciones, no sólo para vender sus servicios y para mostrar sus capacidades, sino para ser actores de la vida social, opinar e influir, y educar y conversar sobre temas esenciales para los colombianos hoy, sobre la familia, la diversidad, el medio ambiente. Eso a veces es un poquito duro, porque uno está expuesto, porque uno se equivoca, porque las redes son un espacio distinto al que estábamos acostumbrados de las conversaciones personales o con los medios de comunicación tradicionales. Lo que pensamos es que las empresas que se expresan como conscientes, tienen que tener líderes que ponen la cara, que salen del bajo perfil, se exponen, presentan sus ideas y discuten en público. Y así ayudan a construir sociedad.
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